Jinotepe fue elevada de villa a ciudad el 11 de febrero de 1883, y como cabecera departamental del departamento de Carazo, aún es considerada una de las más limpias y frescas, y en los últimos 20 años ha logrado gran desarrollo y crecimiento, que incluye el mercado más grande de la Región IV.
La ciudad se caracteriza, además, por sus coloridas fiestas patronales y la belleza que ofrecen sus balnearios de Huehuete, Tupilapa y El Tamarindo.
Jinotepe que en náhuatl significa Xilotepelt, según historiadores es “campos de chilotes o maizales” y la primera planta de café se cultivó en 1858.
Tiene una extensión territorial de de 257 kilómetros cuadrados, está plantada sobre una planicie casi perfecta, con un pequeño desnivel; tiene una elevación de 1,700 pies sobre el nivel del mar, gozando de un clima agradable y está ubicado a 30 minutos de la capital.
La ciudad se caracteriza, además, por sus coloridas fiestas patronales y la belleza que ofrecen sus balnearios de Huehuete, Tupilapa y El Tamarindo.
Jinotepe que en náhuatl significa Xilotepelt, según historiadores es “campos de chilotes o maizales” y la primera planta de café se cultivó en 1858.
Tiene una extensión territorial de de 257 kilómetros cuadrados, está plantada sobre una planicie casi perfecta, con un pequeño desnivel; tiene una elevación de 1,700 pies sobre el nivel del mar, gozando de un clima agradable y está ubicado a 30 minutos de la capital.
“Tengo más de 68 años de vivir en Jinotepe y ha progresado bastante; me acuerdo que las calles eran polvorientas, todavía se apreciaban casas de paja y no existía un trazo urbanístico ordenado”.
‘Ha sido una ciudad acogedora con ciudadanos de prestigio, y se ha distinguido por su cultura y limpieza, que trasciende a lo largo de la historia de los 129 años que cumple”, afirmó Pedro Jaime García, ex comandante del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Carazo.
Personalidades destacadas
Rubén Darío pasó por Jinotepe el 7 de diciembre de 1907, cuando el ferrocarril realizó una escala en la ciudad.
El 15 de agosto de 1947, la Asamblea Nacional constituyente designó a Víctor Román y Reyes para ejercer el cargo de Presidente de la República.
Colaboración de Henry Soto