Baile de la Vaquita

 Debajo de las ramos de un árbol de chilamate, en sus raíces, el Señor José Inés Barberena encuentra donde aún es la pila Sapasmapa los restos óseos de lo que fue una vaca. Curiosamente es el mismo lugar donde descansaba la imagen del Santo Patrono San Marcos. "Tomó los cuernos, metiendo estos mismo en su bolso pensó en la sorpresa que se llevaría su amigo Manuel Escobar, MITO le grita al siguiente día, aquí te traigo una sorpresa que me encontré en la cima de la Pila donde saque una Guardatínaja con mis perros, y que me encontré con esto que te estoy dando para que vos hagás el Baile de San Marquito o le digas a tu Papá que te haga la carita de la Vaca y como él es Tornero, él te la puede hacer". De esta manera tomó forma de iniciativa de crear un baile propio perteneciente a San marcos.

El baile de la vaca nace en el año de 1948, aunque se exhibe por vez primera el 24 de abril de 1950, por iniciativa de don Miguel Escobar conocido cariñosamente como "Mito Escobar" y sus amigos Carlos Gutiérrez y José Inés Barberena con el objeto de burlarse de las familias pudientes de San marcos y de mostrar la picardía de sus pobladores. Además, el baile fue inventado para el gozo del pueblo según Zoila Vivas quien por casi dos décadas se encarga de organizar el baile, ya que San Marcos carecía de manifestaciones populares propias de esta manera la Ciudad contaría con una naciente expresión popular lo que en el futuro sería la alegría y deleite de San Marqueños y visitan durante las celebraciones del Municipio.

"La Vaquita" como se le conoce popularmente, estaba formada en su inicios con los siguientes personajes: la vaca con un montador la cual representaba al pueblo y era esta la que se habría paso entre multitud de espectadores imitando la agresividad de estos animales, en segundo orden el diablo vestido de rojo con su tridente y la muerte de traje negro con todos los huesos expuestos cargando una enorme tijera ambos relanzando el mismo trabajo que la Vaquita el cual consiste en despejar las calles y abrir paso a los otros bailante, y por último los caballeros y damas con mascara y trajes elegantes representando a la alta sociedad de San Marcos todos ellos bailando al son de los chicheros.

Cabe señalar que estos bailantes tenían estrictamente prohibido quitarse la máscara o el traje frente a los espectadores, todo esto por razones de respeto, y eran en totalidad y siguen siendo en la actualidad hombres, ya que según los fundadores del baile no se aceptaban mujeres por el respeto que se le debía, aunque hay quienes conocieron en los años sesenta a la única mujer bailante de la vaquita, la Señora Aura Gómez, y que posteriormente sería quien llevara la batuta de este colorido festejo.

Según palabras del Señor Carlos Alberto Gutiérrez, el hecho de que solo fuesen hombres los que bailaban al son de los chicheros, unos con trajes- de hombres y otros vestidos como damas origino ciertos conflictos con la Iglesia. El I Sacerdote de San Marcos en los años cincuenta era Marcial Baltodano. Dicho Padre al momento en que bailaban la vaquita se dirigió a las oficinas de la Policía del Municipio y ordenó que suspendieran el baile ya que este atentaba en contra de la moral y buenos hábitos de la Ciudadanía, razón por la cual el Comandante en turno mando a un grupo de Policías para detener a los "Homosexuales" que bailaban libremente en las calles de San Marcos.

Una característica de este baile es que los participantes o protagonistas tomaban licor durante el recorrido de la Vaquita en las calles de San Marcos . El licor era parte de la cooperación de los seguidores de este baile y en algunos casos por alguien con una promesa por pagar.

Los mayordomos se responsabilizaban de la alimentación de estos artistas, de las bebidas para apagar la sed se estos bailantes en las fiestas del pueblo; los del baile de la vaca se mantenían por donaciones del pueblo.

Al paso de los años Aura Gómez o la "Negra" Gómez como era conocida, asume la dirección del Baile de la Vaquita, siendo estos los mejores momentos de dicho baile. La Negra se dedicó a renovar todo el vestuario de sus bailantes ya que estaban en mal estado, incluso reemplazo la cabeza de la vaquita sustituyendo aquella de madera y aserrín por una fibra de vidrio hecha por el Artesano Tito Fariña.                        

En el año de 1977, luego de la muerte de la "Negra" Gómez quien se responsabiliza de dar continuidad a esta expresión artística es la Señora Zoila Vivas. Ella asume con devoción esta tarea por casi dos décadas, pero por razones económicas decide compartir y finalmente entregar a finales de los noventa la dirección del baile al Gobierno Municipal.

Texto : Lic. Manuel Moncada M
Foto: Cortesia de Zoila Vivas